Se pronostican fuertes lluvias reúne diferentes imágenes y objetos de Rodrigo Ímaz que critican y trascienden varios límites. En los grabados, el papel pasa de mero papel a elemento activo en la obra: horizonte, agua, desierto, paisaje. A su lado, una pieza tridimensional origina una forma que a su vez se vuelve silueta para la estampa. Así como el proceso que las hace posibles, las obras retratan figuras transitorias en múltiples dimensiones, un mundo con un sentido invertido, figuras desde la adversidad. Encontramos en ese paisaje los vestigios del presente erguidos frente al diluvio de un lodo que ya no diferencia el agua de la tierra. En su cauce, sargazo urbano. Las ideas se repiten en medios diferentes, pero muestran su singularidad.

​

Aquí se problematiza un modo de ser de las cosas, el que imposibilita su propio aparecer para imponer un orden. Esta exposición nos invita a voltear, a ver hacia afuera y encontrar las razones de la sinrazón; al recuerdo de cómo las líneas que hemos planteado y que dividen “lo humano” y “lo natural” son mucho más endebles de lo que creemos; a cómo esos límites ni siquiera existen: voltear a ver hacia afuera y voltearse a ver a sí mismo. Adentro es afuera, hendidura en el papel.

 

Emilio Araujo Espinosa